Para las personas, la estabilidad laboral significa seguridad social y económica, pero qué sucede si un día de pronto le llaman y le dicen que está despedido. Esta situación puede provocar distintas reacciones, la primera puede ser una sensación de incertidumbre, dice el psicólogo Oliver Silva Olmedo. En el lapso en el que sale de la oficina del jefe de recursos humanos para sacar sus objetos de su escritorio piensa en muchas cosas, no tiene palabras para decir a sus colegas que ya no trabajará en la empresa y solo empieza a guardar lo que es suyo para después salir del lugar. En estos momentos probablemente la autoestima resulta afectada y se tienda a considerar la situación como un fracaso personal, económico y social.
Desestabilidad emocional. Cuando alguien recibe la inesperada noticia, es probable también que le invadan las preocupaciones: ¿con qué pagará las cuentas de la casa, del colegio? Súbitamente, una depresión lo invade, pues se da cuenta de que su trabajo no solo era una fuente de ingreso económico, sino un círculo social al que usted pertenecía, en el cual tenía una identidad, que siente perdida al estar desempleado. "Con el despido pierde prestigio socialmente", enfatiza el especialista. El despido supone una ruptura de hábitos, costumbres, horarios, compañeros, tareas, funciones y un etcétera de variables se ven afectadas por este cambio.
Inseguridad social. Otro punto que afecta al perder un trabajo es prescindir de un grado de identidad en mí; es decir, un punto de referencia, lo que nos vuelve vulnerables e inseguros. Mientras que trabajar nos proporciona cierto grado de satisfacción y la sensación de ser útil para la sociedad.
En el trabajo también enseñamos algo o aprendemos algo y sentimos que proveemos algo.
¿Y luego qué? ¿Qué hacer cuando nos despiden? le preguntamos al psicólogo y su respuesta fue sencilla: "buscar trabajo". La depresión es el sentimiento que frecuentemente nos invade, puede ser difícil de superar; sin embargo, no imposible, la clave está en buscar nuevas oportunidades y mejores horizontes. Es una reacción normal pensar de manera negativa, es totalmente saludable, siempre y cuando no nos dejemos llevar por esos pensamientos. Es decir, lo pasado, pasado está, y a partir de ahora hay que pensar en el "aquí y ahora", precisa.
Una puerta se cierra y muchas de abren. Si bien esta situación puede provocar una gran pérdida, usted tiene la oportunidad de aprender de los errores y mejorar para futuras ofertas laborales. Más aún, puede tener perspectivas más amplias, como abrir un negocio propio o buscar un trabajo que le satisfaga. Como dice el dicho, "una puerta se cierra, pero muchas se abren", dice el psicólogo.
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