Cuando la dirección de una empresa diseña las políticas de gestión de personal, es común no considerar la brecha generacional que existe entre los funcionarios, lo cual es un error.
Jhonny Atila, consultor en estrategia y márquetin, explicó que la mejor manera de gestionar a personas de distintas edades es comprender las necesidades y deseos de cada uno de los trabajadores. Hay que entender que cada generación tiene una forma de comunicarse, por ejemplo: a la generación tradicional le agrada la formalidad, pero no sucede lo mismo con la generación ‘Y’ (nacidos entre 1980 y 2000), ya que los primeros usan agenda y los segundos los SMS.
Juan José Jáuregui, director de Human Value, indicó que el desafío de gestionar la diversidad corporativa está en saber aprovechar las fortalezas y el potencial de cada generación y complementar los puntos antagónicos. Para ello, Jáuregui sugiere enfocarse en tres puntos: el primero es crear valor de marca y fortalecer la cultura de la organización, una marca con ‘mística’ inspira integración. El segundo es lograr conexión y desafío. Un trabajo debe ser más que solo una fuente de ingresos; y el tercer punto es el liderazgo, el cual es vital fortalecer en mandos intermedios.
Ramon Freixa, director de comunicación de Cainco, expresó que la táctica ideal para afrontar ese reto es “ceder sin conceder con ánimo de recuperar” y no dejar que nadie se quede atrás. Para esto es muy importante la formación continua y la implementación de las nuevas tecnologías.
Adriana de Souza, gerenta de Pa&Partner, dijo que la base de una buena gestión del personal está en el respeto a las diferencias
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