06 julio 2013

Cooperativas generan más del 20 por ciento del total de empleos en el país

Uno de los principales aportes del sistema cooperativista a la economía nacional es la generación de empleo y, por lo tanto, la lucha contra la pobreza, coinciden las autoridades y los líderes de organizaciones.

Según datos ofrecidos por el Viceministerio de Empleo, Servicio Civil y Cooperativas, las cooperativas en el ámbito nacional generan cerca de 700 mil empleos, tanto directa como indirectamente. Esta cantidad significa el 20 por ciento del empleo existente en el país, tomando en cuenta la investigación realizada por la Universidad Privada Boliviana, que calcula la existencia de 3 millones de personas con empleos.

EMPLEO El viceministro de Empleo, Servicio Civil y Cooperativas, Tiburcio Aguilar Márquez, especifica que se trata de 544.385 empleos directos registrados y más de 160.000 empleos indirectos generados en minería, agropecuaria, industria, transporte, agua potable, comunicación, entre otros.

Aguilar Márquez señala que esta “actividad económica resuelve las necesidades de las personas agrupadas voluntariamente en cooperativas de producción y servicios”.

Insiste en que las cooperativas son las principales generadoras de empleos en todos los departamentos del país y en diferentes rubros. El aporte, además, se traduce en mejoras de las condiciones de vida de la población.

Recuerda que el año 1985, después de la relocalización, empieza el auge de las cooperativas. En ese entonces eran cerca de 700 cooperativas y hasta la fecha son 6.054.

De acuerdo a la información ofrecida por el Viceministerio de Empleo, Servicio Civil y Cooperativas, actualmente son 1.566 cooperativas mineras que aglutinan a 140.000 socios (o empleos); en el sector agropecuario hay 1.285 cooperativas con más de 25.000 socios y generan cerca de 75.000 empleos indirectos.

Otros ejemplos, mencionados por Aguilar, son el sector del transporte, 627 cooperativas, con cerca de 18.000 empleos directos que favorecen a más de 54.000 personas indirectamente. En las 456 cooperativas de ahorro y crédito se han registrado aproximadamente 35.000 socios, pero además beneficia a 105.000.

La autoridad aclaró que “toda esta cantidad de empleo no siempre está controlada ni registrada por el Estado”.

El Viceministro también reconoció el aporte de las cooperativas al desarrollo de las zonas donde están instaladas. Por ejemplo el sector minero, primero invierte en el lugar donde funciona y, a la vez contribuye a la economía de los municipios y de las gobernaciones a través de las regalías. El 80 por ciento de la actividad minera se encuentra en el área rural.

Las gobernaciones aún tienen políticas de “apoyo o retribución para seguir mejorando en el sector productivo y de servicios”, señala Tiburcio Aguilar.

El vicepresidente de la Confederación Nacional de Cooperativas de Bolivia, Braulio Arguedas, dijo que el aporte de las cooperativas es el 30 por ciento del Producto Interno Bruto. Principalmente por sector productivo que aglutina a la minería, agropecuaria, agricultura, ganadería e industria.

Las cooperativas desempeñan un papel cada vez más importante en la prevención y reducción de la pobreza y son un factor de desarrollo dice el presidente del Consejo de Administración de la Federación Departamental de las Cooperativas de Ahorro y Crédito (Fedecac), Johnny Revollo. Los sectores periurbanos y rurales del país son los principales beneficiados del sistema cooperativista porque allí se consolidan, con el propósito de mejorar su calidad de vida y de impulsar las actividades productivas.

Son aportes de una forma de economía importante que tiene sus propios principios y valores y parte de las necesidades de las personas que se agrupan voluntariamente para crear cooperativas.

El modelo cooperativo es la mejor opción y ofrece la base para una forma más sostenible de hacer negocios en comparación con los modelos tradicionales de capitalismo, explica Revollo.

Otro criterio importante es considerar al cooperativismo como alternativa de hacer negocios porque todos trabajan juntos en la lucha contra la crisis económica, la amenaza del cambio climático o la inseguridad alimentaria.

Revollo relieva la declaración de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) en la que señala que las cooperativas tienen la capacidad de generar trabajo autogestionado y empleo digno, especialmente en zonas menos atendidas por el Gobierno u otras empresas privadas.

“Responde a las necesidades”

El viceministro de Empleo, Servicio Civil y Cooperativas, Tiburcio Aguilar Márquez, explica que el sector cooperativo surge después de la Guerra del Chaco debido a la necesidad de empleo que garantice ingresos a la población.

En las zonas rurales y periurbanas se organizaron cooperativas tomando en cuenta los valores y principios que son compatibles con la cultura que tienen.

Aguilar explica que en la Constitución Política del Estado establece cuatro formas productivas: la estatal, privada, comunitaria y cooperativa.

La autoridad coincide con el economista Pablo Cuba en sentido de que algunas lo hicieron correctamente, es decir, respondieron a sus principios y otras “por intereses ajenos se fueron distorsionando con malas prácticas, por falta de educación y concienciación de los principios y valores del cooperativismo, en los socios”.

Para regular su funcionamiento se promulgó en abril de este año, la nueva Ley General de Cooperativas que normará la actividad de las cooperativas a partir de su reglamentación, que se promulgará hasta octubre.

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