El sedentarismo del trabajo en la oficina es el peor enemigo para mantener un cuerpo saludable y en forma. El círculo vicioso del estrés, ansiedad y comida es fatal para generar desórdenes alimenticios. Mantenerse en forma no solo requiere de ensaladas verdes, sino de una adecuada rutina alimenticia y ejercicios.
Tiempo para cada comida. El nutricionista Gonzalo Ramírez aconseja ingerir alimentos entre cinco a seis veces al día, "pero equilibrándolos". El profesional describe que el desayuno es a las 7:00, media mañana a las 9:00, almuerzo a las 12:00, media tarde a las 16:00, cena 19:00 y sobrecena 22:00. "Ordene su alimentación evitando comer fuera del horario, para que le ayude a la digestión", remarcó Ramírez.
Frutas, verduras y carnes. Ramírez asegura que no es recomendable ingerir frutas en la cena ni en la sobrecena, por la cantidad de calorías y grasas naturales que tienen y que no se quemarán mientras duerme. "Las frutas son para el desayuno, media mañana y media tarde. Para la cena y/o sobrecena están las verduras y carnes magras (o las que no tienen grasas)", puntualizó.
No confunda sed con hambre. Entre el trajín en la oficina y el estrés es muy común confundir la sed con el hambre. "El cuerpo humano está conformado por 60% de agua y nos exige consumirla, pero cuando realmente tengamos necesidad", sostuvo Ramírez, a tiempo de advertir que beber agua sin tener sed, puede causar enfermedades.
Consuma vitamina C. El profesional resalta que para aquellas personas que trabajan en oficinas, donde el estrés es el pan del día, consumir vitamina C les ayuda. "Esta vitamina puede ser encontrada no solo en naranjas, sino también en el guapurú, el achachairú, el ocoró y la acerola, frutas que están de temporada", indicó.
Ejercicios frecuentes. Caminar hasta el trabajo, subir gradas en lugar de usar el ascensor o hacer ejercicios de elongación, que se pueden practicar en la oficina, después del almuerzo, no deberían faltar en la rutina.
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