11 enero 2013

Salud y magisterio rechazan aumento basado en inflación

Los sectores de salud y educación rechazan un incremento salarial basado en el índice de inflación y en el comportamiento real de la economía; y la Central Obrera Boliviana (COB) afirma que el Gobierno sigue una tendencia neoliberal.

Ninoska Aramayo, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de la Caja Nacional de Salud (Casegural), explicó ayer que, en la misma línea de la COB, este sector demanda al Ejecutivo un aumento basado en una canasta básica de 8.300 bolivianos, por lo que una mejora fundamentada en la inflación es insuficiente para satisfacer sus necesidades.

El dirigente de la Confederación del Magisterio Urbano, Federico Pinaya, coincidió en que un incremento basado en la inflación no es adecuado porque ese porcentaje, que en 2012 fue de 4,54%, sólo representa una compensación de la pérdida del poder adquisitivo, cuando lo que los trabajadores exigen es un incremento real.

“Debe haber un aumento que sobrepase la simple compensación de la pérdida del poder adquisitivo y eso será planteado a través de la COB”, precisó.

Durante los últimos años, el Gobierno tomó como base para el incremento salarial el índice de inflación, pero el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, dijo el martes que este año también se considerará la parte real de la economía, ligada a la producción de bienes y servicios.

En su criterio, de nada serviría incrementar sueldos si la oferta de productos no puede responder a la demanda.

El ex presidente del Banco Central de Bolivia (BCB) Armando Méndez explicó que el Ejecutivo toma en cuenta la inflación y el comportamiento real de la economía para definir el aumento de salarios, porque no quiere desestabilizar la economía con un posible aumento de precios.

El asesor de la COB, Jaime Solares, dijo que al pretender cuidar la oferta y demanda y, por ende, la inflación, el Gobierno actúa como los gobiernos neoliberales, que sólo se preocupaban por mantener la estabilidad de los precios y usaban ese argumento para ofrecer aumentos bajos.

“El pretexto de los neoliberales ha sido siempre que si incrementamos los salarios, la inflación va a estar en peligro”, dijo.

Sostuvo que en 2011 los trabajadores fueron pacientes al aceptar el aumento del 8%, pero que en esta gestión lucharán para lograr un ingreso acorde con la canasta familiar, ya sea mediante el diálogo o en las calles. En su criterio, ya es hora de que el buen desempeño de la economía se vea reflejado en la mejora de los salarios.

Opina lo mismo Freddy Sánchez, secretario de organización de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia, quien dijo que un salario de 8.000 bolivianos es sostenible porque el país tiene un soporte superior a 14.000 millones de dólares en reservas internacionales.

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