Un rotundo "está despedido" no es siempre el mejor método cuando un jefe quiere deshacerse de un empleado, dicen profesionales de recursos humanos. Los expertos recomiendan mantener la calma, proporcionar una explicación de la medida y permitir que el empleado mantenga un poco de dignidad llevándolo a un lugar privado. A continuación, otros consejos para hacer la notificación un poco menos traumática.
Dígalo usted mismo. "El principal portador de malas noticias debería ser el jefe directo del empleado. De lo contrario, este podría preguntarse si su supervisor apoyó la decisión y podría aumentar las preocupaciones sobre el mérito del despido", dice Maurice Fitzgerald, abogado laboral y socio de la firma Strazulo Fitzgerald LLP.
Lleve un testigo. Contar con otro supervisor o representante de recursos humanos ayuda a evitar el juego de "él dijo, ella dijo" si el empleado entabla una acción legal. Un tercero también puede asegurar que la conversación no se desvíe y se mantenga profesional.
Póngalo por escrito. Los momentos posteriores a recibir una mala noticia tienden a ser borrosos y el empleado podría no recordar detalles como la forma de obtener su último salario o cómo proceder con beneficios, como el seguro de salud. Entregue una lista de la información por escrito para que el empleado pueda procesarla más tarde.
Hacerlo rápido. "Se trata menos de una conversación y más de una notificación", dice Halley Bock, presidente de la firma de desarrollo del liderazgo Fierce Inc. Muchos expertos de recursos humanos sugieren limitar la reunión a entre 15 y 20 minutos.
Es importante tratar al empleado que se va a desvincular lo más humanamente posible durante ese difícil proceso.
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