En un recorrido por diferentes zonas donde proliferan las casas de empleo, EL DIARIO constató un incremento inusual en las ofertas de trabajo para adolescentes, sobre todo mujeres, en el exterior del país, aspecto que no es controlado por instancias del Municipio o del Ministerio de Trabajo.
A más de un año de haberse efectuado la visita del cónsul de Bolivia en Brasil y exparlamentario, Jerjes Justiniano, a la ciudad de El Alto para constatar la ausencia de control de las casas de empleo donde ofertan trabajos para textiles, costura, cocineras, niñeras y otros, en el vecino país, el panorama no ha cambiado dado que se mantiene la falta de control legal de estos ofrecimientos.
En la plaza Juana Azurduy de Padilla, donde más actividades económicas se dedican a publicar ofertas de trabajo, se informa que los empleos para mujeres adolescentes y jóvenes son mucho más frecuentes, porque este es un grupo vulnerable en su país y mucho más en el extranjero al ser captadas gracias a las casas de empleo; esta información fue brindada por Julián Mamani, responsable de una de estas casas de empleo.
“Las ofertas de trabajo en el exterior para Chile, Argentina, Perú y sobre todo Brasil se han incrementado y estas generalmente son destinadas a mujeres jóvenes, quienes al ver las ofertan preguntan sobre los requisitos y nosotros sólo le podemos dar el teléfono de referencia de quienes demandan contratarlas, es con ellos que se contactan en otro lugar y bueno imagino que acuerdan no sólo el monto, sino cómo, cuándo y el pago del viaje”, indicó.
Al interior tan solo de una casa de empleo se pudo divisar cerca de 45 paneles donde se ofrecen diversos empleos. Cada panel tenía 36 ofertas, por lo que sólo en esa actividad económica se ofertaban 1.620 oportunidades aproximadamente, donde todas las ofertas sólo incluyen el número de celular del contratante, el supuesto trabajo a realizarse y existe un énfasis en señalar que es destinado a jóvenes mujeres, señoritas o cholitas.
Otra de las características de las ofertas en el extranjero es que los ofertantes aseguran que el pago de pasajes corre por parte de ellos y que la persona que quiere ser contratada deberá tener su cédula de identidad actualizada.
“Me llamo Víctor, si usted desea trabajar podemos hablar en uno de los locales de La Ceja, ¿dónde está usted en este momento?, ¿en la plaza de los empleos?, ¿éste es su número para que yo le llame en cuanto esté en el lugar?, así le explico cómo es el trabajo. De los pasajes no se preocupe, nosotros le pagamos todo, pero el trabajo es sólo para mujeres, ¿Cuántos años tiene?, porque es mejor si son menores de 25 años”, explicaba uno de los ofertantes de empleo, quien en uno de los carteles solicitaba contratar a mujeres menores de 25 años para trabajos supuestamente de costurera en el Perú y Brasil.
En la ciudad de El Alto, de enero a mayo, 43 adolescentes hasta la fecha no retornaron a sus hogares y se mantienen las denunciadas como personas desaparecidas, pero no se descarta si las mismas en la actualidad son o no víctimas de trata y tráfico de personas.
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