Constante. La renuncia de la directora del New York Time, Jill Abramson, abrió el debate sobre la discriminación salarial contra la mujer en el mundo. En Bolivia se sabe poco al respecto
De manera repentina Jill Abramson, la directora de The New York Time, uno de los periódicos de mayor prestigio en Estados Unidos, renunció al cargo que ocupaba desde hacía casi tres años, por una supuesta diferencia salarial con respecto a su antecesor, un varón.
Desde el periódico se rumoreó que, si bien el rotativo neoyorquino había mejorado periodísticamente, la salida de Abramson se debió a que los reporteros acudieron al editor, Arthur Sulzberger, preocupados por la forma en que Abramson dirigía el diario.
También se especuló que esta estaba llevando el diario a pique en términos económicos.
Hasta hoy no se conoce el motivo exacto que provocó la salida de Abramson, pero desde las redes sociales se abrió el debate sobre la desigualdad salarial que existe en el mundo.
Respecto a la inequidad salarial, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Banco Mundial (BM) en 2010 presentaron un informe, en el mismo, Bolivia, al igual que el resto de los países latinoamericanos, se muestra con porcentajes de discriminación salarial significativos.
Según estos datos, las bolivianas ganan entre un 71% y un 78% del salario que percibe un hombre, es decir, que si este recibe Bs 5.000, ella percibe entre Bs 3.550 a Bs 3.900 en el mismo cargo.
La necesidad manda
A sus 34 años y con una maestría en administración de empresas y otros cursos de posgrado encima, Ariana (nombre ficticio) quedó sorprendida cuando se enteró que el colega que la antecedió en su cargo de gerencia de área, ganaba más de $us 700 de lo que ella está percibiendo.
“Me ofrecieron un sueldo y cuando quise negociar me indicaron que ese era el que estaba establecido en la escala salarial de la empresa”, contó con desazón.
Para la directora de la Casa de la Mujer, Miriam Suárez, una de las causas de que exista inequidad salarial no solo en Bolivia, sino en el mundo entero, se debe a las sociedades patriarcales en las que nos constituimos.
“Supuestamente el hombre debe ganar más porque se considera que es el jefe de la familia y que la mujer debe percibir un sueldo inferior porque es solo como un apoyo”, enfatizó Suárez.
Cinthia, administradora de una clínica privada, explicó: “Cuando tengo que buscar recepcionista, si es mujer puedo pagarle Bs 1.500, pero si quiero que sea hombre necesariamente debo ofrecerle Bs 2.000 porque ellos encuentran mejores opciones y más rápido, ya que para contratar a una mujer muchos la piensan dos veces por el tema de maternidad y el gasto que significa para la empresa tener a esa empleada ausente y pagando remplazo”.
La norma es clara
Si bien la Ley del Trabajo, en uno de sus capítulos especifica que no se harán diferencias salariales entre hombres y mujeres, la figura diaria puede ser distinta.
Aunque hasta la fecha no se ha recepcionado denuncias por inequidad salarial, Yngli Riglos, responsable de inspectores de la Jefatura Departamental del Trabajo, comentó que a diario escucha quejarse a las mujeres de percibir menos salario que los hombres, pero ellos como órgano fiscalizador no pueden realizar inspecciones sorpresas para este tipo de situaciones.
“Las mujeres afectadas deben denunciar pero el empleador tiene la facultad, muchas veces, de modificar su escala salarial a su conveniencia”, explicó Riglos.
Como Ariana, muchas mujeres no se animan a denunciar porque temen que a raíz de esta medida sean retiradas de sus puestos de trabajo o sean objeto de represalias.
Respecto a Jill Abramson, mucho se dijo, hay quienes tratan de justificar su desvinculación y quienes la alaban, lo único cierto es que se fue del New York Time y el debate sobre la equidad salarial está sobre el tapete
SUS PALABRAS
“PERDER UN EMPLEO QUE AMAS, DUELE”
En la graduación de una universidad, Abramson dijo que fue “el mayor honor” de su vida dirigir The New York Time y que “perder un empleo que amas, duele”.
OTRAS INEQUIDADES
1 Higiene. En algunas fábricas han visto la necesidad de adecuar los sanitarios, pues solo existían urinarios y no así el espacio para que una mujer realice sus necesidades, sin riesgo de contraer infecciones.
2 La maternidad. Al constatar que las trabajadoras se encuentran en estado de gestación, estas son despedidas, pues se convierten en una carga económica para la empresa. La Jefatura del Trabajo agiliza para que sean recontratadas.
3 Las sobras. Son empleadas para realizar los trabajos que los hombres no quieren hacer como limpieza, recojo de basura, entre otros.
4 La informalidad. En el sector del comercio la mayoría son mujeres, pero aún ante esta situación, muchas entregan la ganancia diaria al esposo.
5 Estado civil. El hecho de tener familia es un impedimento a la hora de acceder a un trabajo, porque algunas empresas se limitan a ver el estado civil o el número de hijos, antes que su desempeño o experiencia profesional.
La opinión del experto
Existe un techo de cristal frente a las mujeres
Juan José Jáuregui - SICÓLOGO ORG.
Existe un “techo de cristal” claro frente a las mujeres. Son muy pocas las que son dueñas de empresas o ejecutivas, si bien esto está cambiando, todavía son menos del 20% las que ocupan posiciones de decisión y responsabilidad.
Si bien son varias las causas para la inequidad salarial entre hombres y mujeres, podría señalar como la más importante a la cultura machista fuertemente grabada en las instituciones y empresas; con una incorporación tardía de las mujeres al trabajo, lo que ocasiona que las reglas se estén revisando con mayor retraso. Por último, una ley laboral excesivamente proteccionista, que tiene un efecto paradójico ya que dadas todas las normas “a favor” de ellas, los empresarios prefieren contratar hombres o mantener a las mujeres en condiciones laborales menos estables.
Pero algunos atributos, considerados mayormente femeninos como la empatía, la capacidad de conexión emocional, la generación de confianza, el trabajo en equipo, están siendo parte de las nuevas organizaciones y del mundo de los negocios. Esa ola está llegando de a poco, incluso a Bolivia, lo que depara un escenario mejor
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