De todos los trabajadores a quienes se entrevistaron, solo el 11% tiene filiación sindical y el 29% tiene un contrato, lo que muestra la precariedad de los empleos que se generan.
Una encuesta que se realizó en 20 municipios del eje central metropolitano del país por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) muestra que los bolivianos tienen la tendencia a valorar positivamente sus deficientes condiciones de trabajo, más allá de su remuneración económica. El resultado es calificado por el economista del PNUD, Ernesto Pérez, como "bastante paradójico".
La misma encuesta del PNUD demuestra que los trabajadores están relativamente satisfechos con sus horarios de trabajo (65%), con la aplicación de conocimientos dentro de sus tareas profesionales (58%), con sus condiciones generales de trabajo (56%), con la estabilidad en su puesto de trabajo (55%), con sus condiciones ambientales (ruido, luz, etc., 47%) y con su nivel de ingresos económicos (44%).
Según el estudio, entre 2001 y 2012, las condiciones no remunerativas de trabajo apenas evolucionaron en Bolivia, mientras que el ingreso promedio generado por el empleo aumentó en un 44% en términos reales.
El economista Ernesto Pérez comenta que "el boom de la economía nacional generó una mayor cantidad de ingresos para las familias y, por supuesto, que todas las personas van a estar conformes con esto", aunque considera que de aquí en adelante la población, que salió masivamente de la pobreza para integrarse a la clase media, se volverá más exigente en cuanto a sus condiciones de trabajo.
LA PREGUNTAS QUE EMERGEN DEL ESTUDIO. A la luz de los resultados que son considerados como "paradójicos" de la encuesta, los investigadores del PNUD plantearon varias interrogantes relativas a las causas de tales percepciones: ¿se trata acaso de un fenómeno en el cual las condiciones precarias de empleo generalizadas provocan una tendencia a minimizar su importancia para los trabajadores, dado que son pocas las personas que tienen una buena calidad de empleo? Alternativamente, ¿puede darse el hecho de que las recientes mejoras en los ingresos provocarán una percepción generalizada de que las condiciones laborales mejoraron y, por tanto, aún no hay preocupación por otras dimensiones de la calidad del empleo? O, sencillamente, ¿se trata de un desconocimiento de la normativa laboral sobre la protección al trabajador por parte de la población?
El estudio advierte de que estas preguntas establecen parámetros que permitirán enriquecer el análisis sobre el empleo.
La Encuesta Municipal de Desarrollo Humano se realizó a fines de 2013 y principios de 2014 en 6.752 hogares (incluyendo a 27.592 personas) de 20 municipios de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, por CIES Internacional, por encargo del PNUD.
EL 65% DE LOS ENCUESTADOS CONSIDERA QUE ESTÁ DE ACUERDO CON EL HORARIO DE TRABAJO QUE DESARROLLA DIARIAMENTE.
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