Aunque la Central Obrera Boliviana (COB) señaló que el porcentaje de lo que denomina reposición salarial será tratado directamente con el presidente Evo Morales, algunos sectores como el de los fabriles proponen que se pida 10 a 20 por ciento al salario básico y un salario mínimo nacionales de entre 1.800 a 2 mil bolivianos.
El secretario ejecutivo de la Confederación de Trabajadores Fabriles de Bolivia (CTFB), Víctor Pedro Quispe, admitió ayer que esa es la propuesta de su sector.
Sin embargo, dijo que los trabajadores fabriles están de acuerdo con el espíritu del Pliego Petitorio de la COB, por lo que hasta este fin de mes está previsto convocar a un ampliado nacional para definir “el porcentaje real” del incremento salarial que se demandará al Gobierno para compensar la pérdida de la capacidad adquisitiva de sus salarios.
“Ese porcentaje puede ser del 10 o 20 por ciento, eso no es relevante, lo que sí nos interesa es que se reponga la capacidad adquisitiva de nuestros salarios, es decir que el nuevo salario nos permita comprar la misma cantidad de productos de la canasta familiar de hace cinco años, por ejemplo”, sostuvo.
Considerando que la realidad económica de cada departamento es diferente, el ejecutivo fabril dijo que “hay necesidad de analizar con mucho detenimiento las diferentes propuestas de incremento salarial que tienen nuestras federaciones, antes de asumir una posición oficial”.
Al respecto, la Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba (FTFC), en ampliado departamental realizado ayer decidió demandar del Gobierno un incremento del 12 por ciento al salario básico y elevar hasta 2 mil bolivianos el nuevo salario mínimo nacional.
“En nuestro criterio, la única manera de reponer la pérdida de la capacidad adquisitiva de nuestros salarios es aumentando en 12 por ciento el básico y fijando en 2 mil bolivianos el mínimo nacional”, sostuvo el ejecutivo de la FTFC, Mario Céspedes.
Dijo que ambas cifras son referenciales y que podrían cambiar en el curso de las negociaciones con el Gobierno, considerando el anunciado incremento de tarifas de transporte público en Cochabamba y la probable subida de precios de los alimentos a causa de las inundaciones.
Días atrás, el ministro de Trabajo, Daniel Santalla, declaró al diario La Razón que se “garantizaría que no hubiera conflictos en todo el año” con la COB.
“COB puede lograr más de 10% de aumento”
La Central Obrera Boliviana está en condiciones de lograr un incremento salarial por encima del porcentaje de inflación del año pasado y podría superar incluso el 10 por ciento, debido a que este año es electoral y el Gobierno no quiere tener problemas de ninguna naturaleza que interfieran su reelección, señaló ayer el analista económico Julio Alvarado.
En su criterio los dirigentes de la COB son aliados del Gobierno y como tales están lejos de cuestionar los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) sobre inflación establecidos bajo una metodología “muy cuestionada técnicamente” y “el Gobierno tiene la gran ventaja de mostrarse magnánimo” con el movimiento obrero estableciendo por encima del 10 por ciento el porcentaje de incremento para esta gestión.
Dijo que “lo ideal o imposible sería que la COB plantee revisar la fórmula implementada desde el año 2007 para calcular del Índice de Precios al Consumidor (IPC)”, a fin de establecer, primero, un porcentaje real de la inflación acumulada el 2013 y, segundo, otro porcentaje que compense mínimamente la pérdida de la capacidad adquisitiva de los salarios, por lo menos en los últimos 10 años. Refirió que hace siete años los alimentos de la canasta básica tenían un peso del 50 por ciento en el cálculo del IPC y que actualmente, según la fórmula del Gobierno, su peso apenas incide en un 39 por ciento, desconociendo la situación de las familias más pobres.
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