Las vacaciones de invierno para muchos menores de edad puede significar viajes, juegos y momentos en familia, pero existen muchas niñas, niños y adolescentes trabajadores (NAT) que aprovechan estas semanas para dedicarse a trabajar tiempo completo en la urbe paceña o migrar a otras ciudades para ganarse el sustento.
Daniel Yupanqui, de 13 años, debe levantarse muy temprano para preparar su mercadería y llevar a la calle para vender las golosinas, que le aseguran sus sustento diario.
Empezó a trabajar a sus 7 años en la ciudad de La Paz, su jornada laboral empieza a las 9.00 hasta las 11.00 horas, pero en vacaciones de invierno él debe llevar mucho más dinero a casa.
"En horarios de clases trabajo desde las 9.00 hasta las 11.00 horas y en vacaciones casi todo el día, un rato nomás descanso para almorzar (
) trabajo porque debo ayudar a mi madre, somos once hermanos y yo estoy en el medio", relató Yupanqui quien también es representante de los Nnat´s.
Así como Daniel, existen miles de niños en el mundo que deben trabajar para sustentarse económicamente, pues la necesidad hace que asuman nuevas responsabilidades a corta edad.
Para Jhanneth Villanueva, encargada de programas Niños Trabajadores del Municipio de La Paz, si bien no existe un censo de la cantidad de menores de edad que trabajan en la urbe, la temporada, en la que se incrementa aquella población es durante las vacaciones de invierno y las de fines de año.
ACTIVIDAD LABORAL
Según el informe final línea de bases "Los niños y niñas trabajadores del Municipio de La Paz", publicado en 2011, las principales actividades laborales que realizan los menores de edad, por lo general se relacionan al comercio informal y a la prestación de diversos servicios.
Otro aspecto que se destaca es la doble o tiple actividad laboral que un niño o niña realiza como ser vendedor de dulces, cuidador de autos, lava-coches.
La encuesta se aplicó en el área urbana del municipio de La Paz, en los macrodistritos Centro, Max Paredes, Periférica, San Antonio y Sur, donde la población total del su estudio es 291 niñas y niños trabajadores.
El cuadro de distribución de los niños y niñas trabajadores del informe indica que la mayor cantidad de niños, 16%, se dedica a la venta de dulces y golosinas en las calles de manera ambulante o en puestos improvisados en horas de mayor afluencia de personas, es decir de 9.00 horas al mediodía y entre las 17.00 hasta las 21.00 horas.
El 13% es comerciante informal de artículos en general como ropa, artículos de higiene, videños pañuelos desechables, entre otros.
El 12% de niñas y niños trabajadores es vendedor de dulces y libros en los buses, particularmente ubicados en el eje central de la calle San Francisco hasta la plaza del Estudiante.
Un 11% vende dulces, cigarrillos, pañuelos desechables, peluches, flores, CD y algunos recuerdos o adornos en restaurantes, bares y cantinas en horarios nocturnos. Las actividades se desarrollan de jueves a sábado.
En otros rubros están la venta de frutas, lustracalzados, cuidador de nichos o “lleva agua” para el cementerio, venta de comida, cuidador de autos, venta de bolas plásticas, venta de refrescos, de pan, lava autos, venta de libros o periódicos, limpiador de parabrisas de autos, reciclador, voceador, lava platos, ayudante de ventas, artista de calle, entre otros.
DATOS
- Según un estudio realizado en coordinación con el Instituto Nacional de Estadística (INE) son 848 mil niñas y niños de entre 5 a 14 años que trabajan en Bolivia bajo condiciones de peligro y riesgo.
- Entre las causas que llevan a los niños a involucrase en actividades laborales está la pobreza, la desintegración familiar, el abandono, la irresponsabilidad de los padres y la falta de empleo.
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