30 mayo 2016

El trabajo infantil es una realidad e instituciones buscan proteger a niños

“El trabajo infantil es un fenómeno social que no pide permiso y cada vez hay más niños trabajadores en las calles”, afirma el coordinador general del programa Audiovisuales Educativos (AVE), Cristóbal Gonzales.
Agrega que como institución no están ni a favor ni en contra del trabajo infantil y su “pelea” es para que las condiciones de esta actividad mejoren.
“Prohibir el trabajo infantil sería poner en vulnerabilidad a los niños y sus familias porque muchas de ellas viven gracias a esta actividad laboral”, afirma.
Gonzales recuerda que la realidad en la que viven estos chicos es dura, en sus hogares y en sus trabajos, “y por eso varias instituciones los apoyan para que ellos mismos sean protagonistas del cambio, como sucede en otros países”.
Los niños trabajadores se financian, en muchos casos, sus estudios y la compra de ropa.
El diagnóstico realizado por esta institución señala que, por ejemplo, los niños que hacen malabares en las calles provienen de familias que se encuentran en una situación muy crítica.
Otra conclusión de este diagnóstico es que las políticas sociales del Gobierno no están llegando a todos los estratos sociales porque muchas familias siguen viviendo en barrios periféricos, sin condiciones mínimas de servicios básicos o educación.
La educadora de AVE Lizeth Salazar asegura que si en el país hubiera más empleo y oportunidades para las familias, “seguramente los niños no saldrían a trabajar a edad tan temprana”.
Salazar refuerza que la realidad en el país es que los niños trabajan por necesidad, situación que se manifiesta mediante el trabajo infantil.

PROTECCIÓN
Gonzales explica que el Código Niña, Niño y Adolescente intenta mejorar las condiciones de vida de los chicos que trabajan, pero no es una autorización para que ellos realicen una actividad laboral.
Salazar agrega que los niños deben salir a trabajar bajo la protección del Estado, lo cual fue una demanda de los niños.
La protección implica también que el niño debe asistir a la escuela y que se beneficie con el sistema social, es decir, que goce de los derechos laborales y seguro de salud”.
“La Defensoría debería verificar que el trabajo de los niños no interfiera con otros derechos como el de la educación”.
Sin embargo, un punto débil del Código Niña, Niño y Adolescente es que no hay recursos económicos, personal ni instituciones para implementar a cabalidad la Ley 548.

VEINTE AÑOS
El programa AVE coordina desde hace 20 años con niños que trabajan por cuenta propia. Esta labor comenzó con los niños del cementerio y se sumó a los que tienen una actividad laboral en las ferias francas y después a los que lustran zapatos en la Plaza Principal de Cercado.
AVE trabaja ahora también con niños que lustran zapatos en la plaza de Cliza, y en Sacaba con los niños del cementerio.
Salazar señala que la idea de este programa es capacitar a los niños en la promoción y defensa de sus derechos “porque antes que trabajadores ellos son niños y no todos sus derechos están garantizados”.

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