04 mayo 2016

Empleados y trabajo informal absorben más fuentes de trabajo

De acuerdo con estudios de la experta en temas laborales, Beatriz Muriel, economista del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad), los empleados son los que más trabajo logran en el grupo de los asalariados, mientras que en el no-asalariados son los cuentapropistas (informales) los que ocupan la segunda posición. Empero, en el caso de los asalariados, el aumento de los costos laborales puede afectarles gravemente, ya sea con despidos o la no creación de nuevos puestos de trabajo.

POR SECTORES

De acuerdo con la información que presenta Muriel, los trabajadores asalariados están divididos en: Obrero con 9,4 por ciento, empleado con 37,6 por ciento, empleada del hogar con 2,9 por ciento y patrón, socio o empleador asalariado con 0,5 por ciento. Entretanto, en los no-asalariados, la distribución es la siguiente: patrón, socio o empleador no-asalariado 7,1 por ciento, cuenta propia 34,5 por ciento, cooperativista de producción 0,5 por ciento y trabajador sin remuneración 7,6 por ciento.

En los datos de empleo urbano por categoría ocupacional, los asalariados tienen un porcentaje de 50,3 por ciento, mientras que los no-asalariados están con el 49,6 por ciento, la informalidad casi está a la par de los formales.

Al 2014, el número de personas entre ambos grupos llegó a 3.211.257. Muriel, en su análisis, muestra que en 1999 los asalariados estaban con un porcentaje de 49,5 por ciento, mientras que los no asalariados estaban con 50,4 por ciento, pero a partir del 2001 la situación cambió y hasta el 2013 la diferencia fue mayor en puntos porcentuales, pero se acortó en 2014.

CAMBIOS EN DATOS

Según la Red de empleo, ingreso y producción (Emimpro), en Bolivia, la participación del empleo agropecuario bajó significativamente (de 44,6% en 1992 a 28,6% en 2012); mientras que hubo una alta creación de fuentes de trabajo en los diferentes servicios urbanos.

Entretanto, el Gobierno señala que el desempleo bajó entre 2013 a 2015, de 3,2 a 3 por ciento. Sin embargo, economistas señalan que la informalidad absorbe a los desempleados, que aparte de no ser asalariados, carecen de servicios de salud y menos del derecho a la jubilación en la tercera edad.

El desempleo, la gente desocupada, pero que está en edad de trabajar y no consigue un empleo, disminuye según el Gobierno; por lo general, son profesionales que no encuentran un puesto de trabajo.

De acuerdo a Emimpro, el número de la Población Económicamente Activa subió entre 2001 a 2012, de 3.136.743 a 4.749.455, según los censos elaborados por el Instituto Nacional de Estadística.

EMPLEOS, EMPRESAS E INFORMALIDAD

El Gobierno destaca el crecimiento del número de empresas registradas en Fundempresa, pero economistas señalan que en los últimos años la cifra disminuyó se cerraron o pasaron junto a sus trabajadores al sector informal, debido a las políticas sociales y al tema tributario.

Se estima que, en la actualidad, hay alrededor de más de 5 millones de personas económicamente activas, superior a la cifra que presenta la encuesta de hogares de 2012, y el número de desocupados está en alrededor de 170.000 personas.

El mayor número de desocupados, en el período analizado, se encuentra en la industria extractiva, manufacturera y construcción. Sin embargo, esta última área muestra todo lo contrario, por el boom de la construcción.

Según cifras del INE, en 2009 el número de desocupados alcanzaba a 144.283 personas, y en 2010, la cifra había bajado a 111.564. En similar período, el número de población ocupada calzaba a 2.037.442 y 2.145.453.

Sin embargo, el mayor número de empleos, son informales, mientras que un porcentaje mínimo son formales.

Los empleos informales por lo general no tienen beneficios sociales, y son precarios. En la mayoría de los puestos generados, son por cuenta propia, y en el sector de comercio, ganan de acuerdo a sus ventas.

Uno de los problemas que afronta el país así como la región es el incremento de la informalidad. La presión tributaria o la burocracia así como los elevados costos laborales son causales del trabajo precario, generado por este sector.

COSTOS LABORALES

Por otra parte, el panorama para genera mayores fuentes de trabajo es incierto, debido a las alertas del sector privado al Gobierno, quien no crea las condiciones para que los emprendimientos desarrollen su potencial. A esto hay que sumar el aumento de los costos laborales y de productividad.

El empresariado solicitó, en un comunicado, prudencia en la decisión del aumento salarial, pero la cifra establecida por el Gobierno, de 6 por ciento y 9 por ciento, genera desacierto en el sector.

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