Gracias a que el Estado reconoció las capacidades productivas de Inés Terán en el cultivo de café yungueño, a través de la certificación de competencia, ella mejoró su crecimiento personal, familiar, además de la calidad de sus productos. Como ella, 33.000 trabajadores en diversas áreas se beneficiaron con los certificados que avalan sus conocimientos.
El documento que recibió del Ministerio de Educación ocupó un lugar preferencial en la pared de su sala, Inés espera que todas las visitas observen que ella es especialista en la producción de café de buena calidad.
“Tiene que estar visible porque es prueba de que soy experta en la producción, aunque debo confesar que de vez en cuando lo descuelgo para presentarme a cursos de capacitación o para entrevistas de negocios”, confesó Inés con un matiz de orgullo en su mirada.
Ella está inscrita ahora en un taller de emprendimiento; no obstante, confiesa que antes de su certificación no hubiera continuado con su proyecto de superación personal.
“Yo, como la mayoría de mis compañeros, creí que ser productor campesino era sinónimo de ser nada, pero ahora sabemos que para el Estado somos importantes, que nuestros conocimientos adquiridos a través de la experiencia sirven de mucho a nuestras regiones y a nuestra sociedad”, precisó la entrevistada. Desde el año 2008, el Gobierno se encarga de certificar el conocimiento de los trabajadores en diversas áreas, sólo en esta gestión 6.000 certificados fueron entregados, haciendo un total de 33.000 trabajadores que ahora cuentan con el aval del Ministerio de Educación.
Impacto
El viceministro de Educación Alternativa y Especial, Noel Aguirre, explicó que esta política de Estado tiene dos tipos de impactos: una de ellas está enfocada en elevar la calidad de la producción o de los servicios, considerados como un aporte al desarrollo de las regiones y del país. El otro impacto está relacionado con el crecimiento personal. Esta última hipótesis fue respaldada por la psicóloga Vania Murillo. La experta añadió que el fortalecimiento de la autoestima personal influye en el crecimiento familiar.
“Que el Estado reconozca las habilidades de una persona es altamente motivador, ello deriva a impulsar una continuidad en la búsqueda de mayores y mejores conocimientos, por ende la familia recibe el ejemplo y fortalece el desarrollo de ese núcleo”, dijo Murillo.
Son 70 oficios a los que se llegó con la certificación de competencias, entre ellos se destaca la producción de palmito, café, cacao, banana, así como los servicios en atención de oficinas, mensajerías y áreas técnicas, pero además este año se llegó al sector de entretenimiento, como los payasos, magos, músicos, entre otros.
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