Esta columna se inspira en una separata destacada que el periódico Página Siete publicó el 15 de diciembre, titulada "PRIORIDAD, empleo digno”, con 18 artículos muy bien elaborados y que toda persona interesada en el tema del empleo debería leerlos.
El desempleo es un problema mundial, con excepción de las exitosas economías asiáticas. Sería recomendable prestarle atención a este fenómeno. La otra característica del desempleo es que mayoritariamente se concentra en la juventud. En general, se puede decir que el desempleo juvenil es el doble del registrado como desempleo total.
Según los datos oficiales estadísticos, Bolivia está pasando por un periodo de "pleno empleo” entendido éste cuando el "desempleo natural” es muy bajo y que para el caso boliviano se dice que está en menos del 4%. Es posible que este dato sea cierto porque en el país no hay otra manera de subsistir si no es trabajando, ya que no se cuenta con subsidios al desempleo y a la cesantía como existen en los países desarrollados.
Pero lo que hay que destacar es que en el dato estimado sobre desempleo en Bolivia se considera a toda persona independiente al lugar de trabajo, sea éste formal o informal, en la calle o en un recinto especial, es independiente de las condiciones ambientales y de otro tipo en el lugar de trabajo. Para este cálculo del empleo en Bolivia no interesa si el trabajo es "precario o no”. Lo cierto sería que el "88% de los trabajadores jóvenes en Bolivia tienen un empleo precario, inestable, sin seguridad social y con un ingreso bajo”. La conclusión que se puede obtener es que la mayoría del empleo en el país es informal, es precario, donde no se cumple la Ley del Trabajo ni las normas que dictamina el ministerio del sector.
Según datos procesados por el CEDLA, el desempleo femenino es mayor que el masculino. Por ejemplo, en la ciudad de El Alto el primero llega al 19,6% mientras que el segundo al 13,1%. Y el crecimiento del empleo que se da en Bolivia es el informal precario, principalmente en las actividades comerciales, y que afecta más a las mujeres que a los hombres; 65 de cada 100 personas que trabajan en el mundo informal son mujeres.
Una de las características del empleo informal es que no requiere mayor formación ni experiencia, por supuesto que no se paga el salario mínimo que determinan las normas gubernamentales, no tienen seguridad social, ni beneficios sociales y derecho a la jubilación. Lo cierto es que la demanda laboral es dominante para trabajos precarios. También está el hecho de que los trabajadores informales ejercen varios oficios, "unos días son lustrabotas u otros días se dedican a lavar vidrios”.
Lo indicado explica que la más afectada con el desempleo es la población con mayor nivel educativo, quienes se ven obligados a realizar trabajos que no requieren alguna formación en particular, como mensajeros de oficinas o porteros. Egresados universitarios suelen realizar este tipo de trabajos. La característica general en el país es que la oferta de trabajo calificado es mayor a la demanda.
¿Cómo andamos en el mundo minoritario formal? Tampoco es halagüeño. Un dato que me llamó la atención es que un salario de poco más de 3.000 bolivianos mensuales sería considerado como alto en el gremio de los comunicadores sociales, también denominados periodistas. Sus colegas que trabajan en radios estarían teniendo un salario promedio de 2.200 bolivianos.
Un hecho que determina la obtención de un puesto laboral es la conocida "muñeca” tanto en el sector público como privado. No prevalece la capacidad del futuro empleado sino las relaciones que logró construir para el futuro lugar de trabajo.
¿Cuál la solución? De principio es imposible eliminar el empleo informal, donde rigen las elementales básicas leyes del mercado del trabajo sin marco jurídico alguno, que sin duda alguna es imprescindible. ¿Es el Gobierno en sus diferentes instancias el llamado a la creación de empleo? La respuesta es no.
Lo que sí debe hacer todo Gobierno es crear las condiciones favorables para el desarrollo de las empresas, para que éstas se modernicen. No es posible que sólo el 2 % de las empresas registradas en el país sean sociedades anónimas; en otras palabras, empresas modernas.
Y la mejor manera de impulsar la creación de empresas modernas es hacer del Estado boliviano un Estado donde las leyes sean simples y se cuente con un sistema jurídico óptimo que se cumpla. Esto atraería a la imprescindible inversión extranjera en los rubros en que el país sea competitivo. Estas empresas serían las que generen empleo formal. Y éstas pueden llegar al país porque los salarios son bajos en relación con los países de la región.
Me viene a la memoria que cuando Corea del Sur inició su impresionante desarrollo económico allá por el año 1965, el salario de un trabajador coreano era de sólo el 5% del que ganaba un norteamericano.
Precisamente, las empresas extranjeras se asentaron en Corea del Sur porque los salarios eran bajos, pero luego éstos paulatinamente subieron. Para el año 1995 el salario que ganaba un coreano era ya casi el 50% de lo que ganaba el norteamericano, porque en la medida que se asentaban nuevas empresas extranjeras en suelo coreano la demanda por trabajo subía y, por tanto, los salarios. Las leyes económicas se cumplen.
*Profesor emérito de la UMSA, fue presidente del Banco Central de Bolivia.
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