03 diciembre 2015

La OIT pide firmar el protocolo contra el trabajo forzoso

La OIT pide a los gobiernos que adopten medidas para poner fin a la esclavitud.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) pidió ayer la firma del Protocolo contra el Trabajo Forzoso y así acabar con la esclavitud moderna, que sufren 21 millones de personas y genera ganancias anuales de 150.000 millones de dólares.

El director general de la OIT, Guy Ryder, hizo este llamamiento con motivo del Día Internacional por la Abolición de la Esclavitud, que se celebra cada 2 de diciembre.

La OIT señala que hay 21 millones de personas que sufren trabajo forzoso, una situación que define como "esclavitud moderna".

"La esclavitud viola los derechos humanos fundamentales y es un obstáculo para la justicia social. Supone un agravio para nuestra humanidad y no tiene cabida en el siglo veintiuno", señala Ryder en un comunicado.

Para terminar con el trabajo forzoso, los estados miembros que conforman la OIT adoptaron en 2014 un protocolo para la eliminación de esta práctica. Este instrumento jurídico entrará en vigor el 9 de noviembre de 2016.

Si bien el compromiso internacional para luchar contra la esclavitud moderna se ha reforzado, las medidas efectivas al respecto aún están muy lejos de poder abordar el problema o sus causas subyacentes. Poner fin a la esclavitud moderna requiere una legislación eficaz que se aplique estrictamente, así como el compromiso común de los países e interlocutores sociales y sistemas de apoyo eficaces a las víctimas.

Los países africanos han tomado la iniciativa; Níger ha sido el primer país en ratificarlo y todos los países de la Comunidad de Desarrollo del África Meridional piden su ratificación inmediata. Tras la segunda ratificación de Noruega en noviembre, el Protocolo entrará en vigor en el plazo de un año.

Si se aplican plenamente, las disposiciones del Protocolo en materia de soluciones y compensaciones no sólo proporcionarán justicia a las numerosas víctimas del trabajo forzoso, por medio de indemnizaciones a cargo de los autores de los actos de explotación en concepto de daños y salarios no pagados, sino que contribuirán también a hacer menos rentable el trabajo forzoso.

En América Latina, por ejemplo, persisten las denuncias de la existencia de servidumbre en algunas haciendas de áreas rurales.



"Es el turno de los gobiernos asumir su responsabilidad, en ratificar y aplicar el documento"

Guy Ryder

Director general de la OIT

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