Pese a que en los últimos años el incremento salarial ha sido significativo, con un promedio entre el 2005 y 2014 de 228% al salario mínimo, las condiciones laborales siguen siendo precarias en el país, marcado por la informalidad de la economía, la dependencia de las importaciones, un país que basa sus ingresos en el extractivismo y la baja productividad del empleo.
El fenómeno recurrente coloca al país entre los más bajos de la región sudamericana donde el promedio mínimo salarial está en $us 540, mientras que en el país con el incremento de 20%, de Bs 1.200 a 1.440, llegará a un tope de $us 207. "Estamos menos de la mitad del promedio de Sudamérica. Por encima nuestro está, por ejemplo, Perú con 294 dólares. Y ni qué decir los otros países como Argentina, Chile o Brasil, están lejos", indicó Bruno Rojas, economista del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Agrario(Cedla).
Situación extensiva. En cuanto a la masa salarial, el empleado de la clase media de la población boliviana, según Óscar Tapia, secretario de Finanzas de la Central Obrera Boliviana(COB), tiene apenas un ingreso promedio de Bs 2.200 al mes, en cambio la situación es más crítica para el obrero, este gana un promedio de Bs.1800. "Por eso el incremento del 10% solo nos va a beneficiar en nivelar la pérdida del valor adquisitivo del salario, de ninguna manera para salvar la canasta básica", apuntó.
Pero en el sector privado, la situación es aún más crítica, donde al mes de marzo de 2014, según datos de Fundempresa, la Base Empresarial Activa se estableció en 137.155 empresas de los cuales el 93% son unipersonales. En ese contexto, dichas empresas son catalogadas pequeñas y con un volumen de ingresos menores, donde según Tapia, el salario no pasa del mínimo nacional.
"En la microempresa los trabajadores son mal pagados. Por eso nuestra lucha es básicamente por un incremento real al salario. Por eso, el 2013 la inflación ha sido el 6,48%, entonces no podía ser posible que el salario mínimo nacional sea menor al 20%", apuntó Tapia.
En una economía predominantemente informal, donde el 70% de la población, según el economista Julio Alvarado, se encuentra subempleada, el Estado en lugar de generar incentivos a la inversión privada y así generar empleo, palia la situación con simples incrementos. "Hay que trabajar mucho en el cálculo de una canasta familiar real para darle al trabajador una vida digna. Por eso hay que atacar a la inversión productiva. El actual incremento no es real, es solo una reposición a la pérdida del valor adquisitivo", señaló.
Otros indicadores. En el sector público, la situación laboral es también lacerante donde los "servidores públicos" que no dependen de las planillas del Tesoro General de la Nación (que no cuentan con Ítem), desde que se implementó la Ley del Funcionario Público, son contratados en calidad de "consultores en línea". Según, Rolando Villena, defensor del Pueblo, el 50% de los funcionarios de las instituciones públicas son "consultores en línea”, que sufren la vulneración de sus derechos laborales.
Villena sustentó que a septiembre 2013 reportaba 23.000 servidores públicos, de los cuales se identificó a 11.500 consultores en línea tan solo en las alcaldías. "El porcentaje de consultores en línea es similar en las gobernaciones, ministerios y otras instituciones públicas", explicó el defensor.
Esta situación fue desmentida por el ministro de Economía, Luis Arce. "En el gobierno central no hay eso. Esa situación se da en las entidades públicas autónomas (alcaldías y municipios)", respondió.
Otro aspecto llamativo es el que destaca como preocupante Cedla, al señalar que en el área rural de Bolivia, nueve de cada diez hombres y siete de cada diez mujeres continúan trabajando en la vejez. Señala como uno de los factores la migración campo-ciudad.
Situación
La situación del empleo y los bajos salarios
Eventualidad. El 48% de la población ocupada en el sector formal de la grande y mediana empresa contaba el 2011 con empleos eventuales, a contratos fijos y pagos a "destajo" que significa una remuneración basada en la subcontratación y la terciarización de los servicios laborales. Esta realidad se fue agravando en los últimos años.
Paradoja. Mientras los ingresos son buenos en el país, estos contrastan con la realidad del empleo en el país, agravado por una economía con escasas empresas, con baja innovación tecnológica, los que incide en baja productividad del empleo.
Punto de vista
Roberto Laserna
Economista Fundación Milenio
"Un empleo depende de la capacidad del trabajo "
"La calidad de empleo no depende de normas o de reglamento; depende del tipo de economía (que tenemos), su desarrollo y el crecimiento que tenemos.
Nuestro crecimiento está basado solamente en exportaciones, sin seguridad jurídica, con poca inversión en el sector manufacturero y servicios. Eso no nos va dar buenos empleos por mucho que aumentemos el salario mínimo y por mucho que obliguemos a los empleadores a brindar mas trabajadores. Un buen empleo depende de la capacidad del trabajo, tanto del inversionista y la productividad de sus trabajadores. Las ganancias que está generando el país por el gas es solo a corto
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