En busca de evitar los conflictos sociales que el país vive los primeros cuatro meses de todos los años debido a la negociación del incremento salarial, empresarios, trabajadores y analistas económicos proponen elaborar una política salarial, conformar una Comisión Nacional del Salario, normar una negociación bilateral (empleadores y empleados) o establecer acuerdos salariales quinquenales de aumento salarial entre empleados, empresarios y el Gobierno.
El presidente de la Cámara Nacional de Industria (CNI), Mario Yaffar, insiste que la propuesta de política salarial debe basarse en un diálogo nacional tripartito (Gobierno-trabajadores-empresarios) bajo asesoramiento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que “garantice un incremento real del Salario Mínimo Nacional (SMN) y deje a los trabajadores y empleadores negociar el incremento del salario básico sectorial, en función a la realidad económica de las empresas”.
En criterio del analista económico, Julio Alvarado, sería conveniente conformar una Comisión Nacional del Salario que permita un tratamiento más técnico y participativo del tema salarial en Bolivia y evite el manejo político del ajuste salarial.
La Comisión Nacional del Salario estaría conformada por el Gobierno, los empresarios, los trabajadores y otros sectores como la Universidad Boliviana, el Instituto Nacional de Estadísticas, el Instituto Nacional de Comercio Exterior (IBCE), como instancias de asesoramiento técnico; además delos sectores perjudicados con los ajustes salariales como los no asalariados, productores campesinos y las micro empresas o emprendimientos productivos familiares.
Refirió que las negociaciones Gobierno-Central Obrera Boliviana (COB) “resultan perversas y engañosas”, debido a que si un sector recibe aumento salarial, un 80 por ciento no recibe nada porque no tiene un ingreso fijo. “Si tuviéramos una Comisión Nacional del Salario, que analice no solamente el tema de sueldos y salarios; sino también el ingreso económico de las familias bolivianas, sería diferente”, sostiene
Según el analista económico, Pablo Cuba, el Gobierno, los trabajadores y los empresarios deberían concertar un incremento salarial automático por los próximos cinco años, en base a criterios técnicos como la tasa de inflación, crecimiento económico, capacidad productiva, variaciones de precios y proyecciones macroeconómicas, entre otros.
“Sería interesante concertar un incremento salarial automático, porque así ya no habría esta tensión social de principios de año porque cuando se empieza a negociar, el mercado incrementa sus precios y el aumento acordado resulta mínimo e intrascendente”, señala.
El expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Armando Méndez, concuerda con Yaffar en que la mejor manera de definir incrementos salariales es la negociación directa entre trabajadores y empresarios, porque conocen mejor que el Gobierno la realidad económica y financiera de la empresa. Acotó que la negociación bilateral tendría la virtud de establecer incrementos mínimos, máximos y hasta congelar salarios, todo en función de la inflación, productividad y rentabilidad de las empresas.
Por su parte, el ejecutivo de la Confederación de Trabajadores Fabriles, Víctor Quispe, insistió en la necesidad de reponer la Dirección Nacional del Salario, no solamente para discutir salarios, sino también elaborar estudios de los niveles salariales, de la canasta familiar y otros temas como el contrabando y la defensa de la industria nacional; pero lamentó no haber encontrado la misma disposición en los empresarios, que por estatutos están prohibidos de firmar acuerdos con los trabajadores.
En el caso de los sindicatos fabriles, dice que están de acuerdo con la creación de una instancia especializada en salarios, “porque nosotros no dependemos del Tesoro General de la Nación, sino de la empresa privada. Por eso estamos dispuestos a dialogar y discutir todos los temas laborales
Escala salarial
Más allá de identificar una instancia que se encargue de establecer porcentajes de incremento salarial, habrá que definir que el salario como principio debe corresponder al precio real que equivale al conjunto de productos y servicios que requieren los trabajadores de una familia tipo de cinco personas, señala el investigador especializado en temas salariales del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), Bruno Rojas.
Señala que la primera reflexión que debe hacerse es cuál es el precio real de la fuerza de trabajo entregada por los trabajadores a una empresa. Entonces, “cualquier decisión política o comisión que se conforme para trabajar el tema, debe partir de esa referencia numérica”.
Sin embargo, aclara que, hasta el momento, no se cuenta con un estudio serio sobre los salarios y, fundamentalmente, sobre la correspondencia entre el costo de la canasta básica familiar, que cada año va en aumento, y el pago que el trabajador debe recibir por servicios.
"No hay escala salarial definida en el país, no hay una estructura salarial base que pueda definir, por ejemplo, salarios del sector público y privado. Todo es anárquico, hasta arbitrario", observa.
COMO FIJA LA OIT
En A. Latina el aumento se negocia
En la mayoría de los países vecinos, son los Gobiernos que fijan un salario mínimo nacional en el marco de lo que establece la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es decir, en consenso con organizaciones sindicales y empresariales, señala el economista Julio Alvarado. Hace notar que en Bolivia el Estado incumple la normativa de la OIT, porque excluye de las negociaciones a los empleadores.
Refiere que en esos países el Gobierno fija el salario referencial mínimo y luego deriva el tema a la negociación directa.
El analista económico, Pablo Cuba, acotó que países como Argentina, Brasil y Estados Unidos, trabajadores, Estado y sector privado llegan a establecer ajustes automáticos por tres a cinco años.
Según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en Bolivia el salario mínimo continua siendo el más bajo de Sudamérica a pesar de que su valor creció de 440 bolivianos (55 dólares) el año 2006, hasta 1.200 (174 dólares) el año 2013. En Venezuela el salario mínimo nacional equivale a 519 dólares; en Chile a 420; en Uruguay a 417; en Argentina a 412; en Paraguay a 407; en Brasil a 388; en Ecuador a 318; en Colombia a 300 y en Perú a 268 dólares.
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