Más de dos millones de muertes al año ocurren como consecuencia de enfermedades profesionales, es decir, seis veces más que las causadas por accidentes laborales, denunció la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Con ocasión del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la OIT publicó un informe titulado "La prevención de las enfermedades profesionales" en el que señaló que 2,34 millones de muertes anuales están relacionadas con el trabajo, de las que 2,02 millones son causadas por enfermedades profesionales.
Esto significa que cada día mueren 5.500 personas a causa de dichas enfermedades, aquellas que se contraen como resultado de la exposición a algún factor de riesgo relacionado con el trabajo.
El informe destaca que cada año se registran 160 millones de casos de enfermedades profesionales no mortales, aunque no especifica cuáles son consideradas mortales y cuáles no, y no hace un desglose preciso de las causas de los 2 millones de muertes.
Se hace referencia a casos específicos, como el de Estados Unidos donde en 2011 la Oficina de Estadísticas del Trabajo informó de que 207.500 trabajadores sufrieron enfermedades profesionales no mortales, como enfermedades de la piel, pérdida de audición inducida por el ruido y patologías respiratorias, entre las más habituales.
La OIT considera enfermedades profesionales las dolencias causadas por agentes químicos, físicos y biológicos, las enfermedades de origen respiratorio y de la piel, los trastornos del sistema osteomuscular y el cáncer originado en el lugar de trabajo.
"Los cambios tecnológicos y sociales, junto con las condiciones económicas mundiales, agravan los peligros existentes para la salud y crean nuevos riesgos", señaló la OIT.
El director de la OIT, Guy Ryder, añadió que "las enfermedades relativamente nuevas, reconocidas en 2010 como enfermedades profesionales, como los trastornos mentales y musculoesqueléticos, han aumentado".
Es por ello que el director general de esta agencia de la ONU hizo un llamamiento a favor de la prevención de las enfermedades profesionales, como clave para hacer frente a su creciente aumento, "y no sólo centrarse en los accidentes laborales", y manifestó que "la prevención es más eficaz y menos costosa que los tratamientos y la rehabilitación".
A lo que añadió que "las enfermedades profesionales suponen una reducción de la productividad de la empresas y un aumento de la carga financiera del Estado", declaró.
Ryder expresó la necesidad de "establecer objetivos precisos sobre la seguridad y salud en el trabajo, una hoja de ruta y, lo más importante, actuar".
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