16 marzo 2015

Aumento salarial beneficia solo al 20% de trabajadores

El incremento salarial del 8,5 por ciento al básico y del 15 por ciento al mínimo es considerado inequitativo porque no llega a todos los sectores, sino a los formales, además provocará subida de precios, acrecienta la informalidad y afecta la inversión privada, según conclusiones de empresarios, analistas y políticos.

Aunque el Gobierno considera que el incremento salarial para la presente gestión preserva la salud de la economía boliviana.

“La salud de la economía continuará segura. Consideramos que este año debemos incentivar la demanda interna, la capacidad de quienes vivimos en el país de adquirir bienes y servicios, un incremento en la capacidad de adquisición, claro que incentiva la demanda interna y además dinamiza la economía general”, afirmó el viceministro de Coordinación con movimientos Sociales, Alfredo Rada.

El economista Julio Alvarado dijo que es evidente que este incremento salarial generará una subida de los precios de la canasta familiar y en todos los sectores.

Considera que el incremento del salario mínimo no tiene mucho efecto por ser muy bajo y que en la actualidad muchos obreros ya ganan ese monto o por encima y por tanto no les beneficia.

“Ese 8,5 por ciento es un aumento a la masa salarial, es decir un incremento del total que gana un trabajador, eso influye en el efecto multiplicador porque todos harán subir ese porcentaje en productos y servicios, al final el incremento salarial igual pierde su poder adquisitivo”, aseveró.

A su vez el economista Luis Ballivián dijo que el incremento salarial de cada año perfila una presión inflacionaria “fuerte” que ya existe.

“El Banco Central constantemente emite bonos para recoger la moneda boliviana del mercado y evitar disminuir la presión inflacionaria, con la subida del salario de alguna manera se incrementan los productos y servicios”, aseveró.

La diputada opositora Norma Piérola considera que la subida del salario afecta a las empresas débiles porque tendrán que despedir gente, no solo por el incremento sino por la previsión del doble aguinaldo, y por tanto incrementará la informalidad.

Cree que si el Gobierno no encara políticas de reactivación económica, en momentos de la crisis del precio del petróleo, Bolivia enfrentará problemas sociales.

El presidente Evo Morales y la dirigencia de la Central Obrera Bolivia (COB) acordaron un incremento del 8,5 por ciento a la masa salarial y un 15 por ciento al salario mínimo nacional (SMN), en el marco de una negociación que trató los temas complejos del pliego laboral trabajado en cuatro comisiones. Con el incremento acordado, el salario mínimo nacional se incrementará de 1.440 bolivianos a 1.656 bolivianos.

El incremento salarial será retroactivo a enero y se prevé la aprobación de un decreto supremo que será emitido el 1 de mayo Día del Trabajador.

Una las características de la política salarial aplicada por la actual administración gubernamental es el incremento al mínimo y básico anual por encima de la tasa de inflación. Una particularidad que marca la diferencia respecto a los gobiernos anteriores a 2006.

PRIVADOS El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, expresó la preocupación del sector por el alza salarial sin la participación del empresariado privado.

Aunque dijo que su sector cumplirá con el pago del incremento salarial de esta gestión del 8,5 por ciento , acordado entre el Gobierno y la Central Obrera Boliviana (COB), pero que no garantiza que los privados decidan reducir o cerrar empresas.

Nostas consideró que ambos incrementos tendrán “un impacto” que afectará al sector formal, por lo que realizarán una evaluación luego de conocer las posiciones sectoriales y regionales.

En 2014 algunos sectores no tuvieron un crecimiento, recordó y precisó que en el país hay 151.000 empresas, de las que la mayoría “difícilmente” estarán en condiciones de cumplir las normas y tendrán problemas.

“Los trabajadores tienen derecho a un alza en sus salarios pero de forma equilibrada y buscando alternativas que no pongan en riesgo la seguridad y el empleo”, sostuvo. Cáceres acotó que con la medida aumentará la informalidad.

La CEPB y otros sectores empresariales coincidieron, por separado, en que es fundamental la necesidad de establecer una política salarial a mediano y largo plazo, además de mejorar el clima de inversiones, tal cual también planteó la COB.

“Coincidimos con la Central Obrera Boliviana (COB) que es urgente el diseño de una política salarial a mediano y largo plazo. Los empresarios ya no podemos aguantar y es cada vez más difícil (asumir) este tipo de alzas, son muy fuertes”, declaró Nostas.

Manifestó que la política debe incluir la productividad, la realidad de los rubros y que asegure el funcionamiento de las firmas.

Según el empresario, otros sectores como la Cámara Nacional de Industrias (CNI) y la Cámara Nacional de Comercio (CNC), están de acuerdo en trabajar en esta política salarial que debe impulsar la sostenibilidad y competitividad de las firmas, la aplicación universal del tema salarial (sector formal e informal) y la creación de empleo formal.

Esperan ser convocados para trabajar en este tema para evitar cada año problemas de incrementos que genera incertidumbre en el sector privado.

Apuntes.

Sueldo básico

Es la asignación mensual que se le da al trabajador, conforme lo haya pactado con su empleador, es decir es la masa salarial en su conjunto.

Salario mínimo

(que según el país, es cómo se le denomina), es la cantidad que fija, por lo general una comisión gubernamental encargada de ello, respecto de lo mínimo que un empleador tiene la obligación de pagarle al trabajador mensualmente.

En Bolivia se denomina el salario mínimo nacional y es la cantidad mínima mensual que debe recibir un trabajador y no menos, que en esta gestión llegará a Bs 1.656.

Aumento beneficiará a solo 20 por ciento de trabajadores

El aumento salarial acordado por los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) y el Gobierno beneficiará al 20 por ciento de la Población Económicamente Activa (PAE) del país, mientras que el 70 por ciento de la población se encuentra en el sector informal y no se beneficia y un 10 por ciento es independiente profesional.

Aunque la Cámara Nacional de Comercio (CNC) en un informe del 2014 señala que el empleo informal alcanzó al 74 por ciento de la población económicamente activa en Bolivia, cuya cifra representa alrededor de 3,7 millones de puestos de trabajo.

El director ejecutivo de la Fundación Jubileo, Juan Carlos Núñez, coincidieron por separado, que el incremento salarial es inequitativo porque solo beneficia a los formales que tienen empleo de calidad.

Núñez manifestó que este 20 por ciento porque ese es el porcentaje de la Población Económicamente Activa que tiene hoy un empleo de calidad, un empleo en el que tiene seguridad social, tiene su aporte a las Administradoras de Fondos de Pensiones, todo esto enmarcado en lo que vendría a ser la economía formal.

Además dijo que los que no recibirán nada de incrementos constituyen el 70 por ciento de la población que está dentro de la economía informal.

Núñez mencionó que estas medidas salariales no llegan a los trabajadores del sector informal, donde sus fuentes laborales son precarias y expresó que las opiniones señaladas por los empresarios y microempresarios de rechazo al aumento salarial no afecta a este grupo social.

Indicó que "la inflación de alimentos del año pasado sobrepasó el 10 por ciento " y por esta razón el aumento salarial determinado por los dirigencia cobista y el Ejecutivo no es un alza real, sino que es una reposición salarial, que igual genera la subida de precios.

Desequilibrio y los sectores perjudicados

La gran parte de la Población Económicamente Activa (PAE) será la que no tendrá ese incremento salarial y quedan marginados, incluso se perjudica a sectores con mayor rigor, según el análisis del economista y docente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Julio Alvarado.

Dijo que el grueso de la PAE es cuentapropista tendrán que darse modos para no quedar rezagados en el poder adquisitivo de sus ingresos y por consiguiente subirán sus servicios y productos de venta.

Identificó a los jubilados y trabajadoras del hogar como los sectores que sentirán los efectos de la suba de los salarios.

“El sector mayoritario de los jubilados no son contemplados para el incremento salarial, por no ser productivos y son pasivos”, aseveró.

Según el analista, los jubilados llegan a ser el patito feo, porque no son tomados en cuenta en el alza salarial y por tanto se quedan postergados y cada año su renta pierde el poder adquisitivo.

Considera que se debe contemplar un incremento así sea mínimo, pues el incremento de precios de los productos es para todos y no importa si son activos, pasivos, formales o informales.

Manifestó que otro sector perjudicado es el de las trabajadoras del hogar, pues muchos empleadores no podrán cumplir con un salario mínimo de Bs 1.656 ya que reciben entre Bs 3.000 y 4.000 de su haber mensual, y “no podrán destinar gran cantidad de sus salarios a esa obligación”.

“Cada año disminuye la contratación de trabajadoras del hogar porque hay familias que no pueden con esa carga y se dan modos para desenvolverse para las tareas del hogar”, aseveró.

Asimismo dijo que el doble aguinaldo está garantizado porque la nueva previsión del Gobierno es del 5 por ciento , lo que será otro duro golpe para el sector empresarial que debe cumplir con esta obligación.

A decir de Alvarado, el incremento salarial dispuesto por el Gobierno, empujará a los empresarios a bajar costos de producción.

Además señaló que para bajar costos y tener la posibilidad de poder cumplir con el incremento salarial, deberán elevar la productividad, “por tanto mayor inversión para comprar maquinaria para competir con los productos extranjeros”.

El Salario mínimo se incrementó 256 por ciento entre 2006 y 2015

El incremento del salario mínimo nacional (SMN) entre los años 2006 y 2015 experimentó un crecimiento desde 440 bolivianos (Bs) a Bs 1.656, es decir un crecimiento Bs 1.216 equivalente a una subida de 256 por ciento , según cálculos basados en los datos estadísticos del Ministerio de Economía.

Este incremento respecto al dólar tiene igualmente una importante apreciación del boliviano pues en 2005 cuando el SMN era de Bs 440, el dólar para la venta cotizaba en Bs 8,08; es decir que el mínimo llegaba a 54,4 dólares. En cambio en 2014 con el nuevo incremento a Bs 1.656 y una cotización de 6,96 el dólar para la venta se tiene un salario de 237,9 dólares el salario mínimo.

Tomando como referencia estos montos se tendrá un incremento de 183,5 dólares.

El economista Luis Ballivián explicó que esta situación sería tan trascendental si la moneda estadounidense aún fuera la guía vital de la economía boliviana como sucedía en el pasado cuando se imponía la “dolarización” que incluso era el indicador de la inflación, pues subía el dólar y los productos también se multiplicaban al ritmo de la cotización de esta moneda.

De cualquier manera consideró importante esta comparación tomando en cuenta que el dólar ha sido un referente comparativo del salario nacional y a nivel internacional.

Para el economista, los incrementos de más de 250 por ciento en los últimos nueve años, el salario mínimo nacional de Bolivia ha escalado puestos en la región sudamericana.

Según Ballivián, en las anteriores gestiones 2000 y 2005 los incrementos salariales al mínimo han sido muy leves, incluso en tres gestiones (2003-2005) se mantuvo congelado en Bs 440 el SMN.

De acuerdo a los datos estadísticos del Ministerio de Economía, en similar periodo de nueve años anteriores al 2006, entre los años 1997-2005 el salario mínimo se elevó de Bs 240 a Bs 440, es decir un crecimiento de 200 bolivianos equivalente a un 83 por ciento de crecimiento.

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