Pese al incremento salarial en un promedio anual de 8,7% entre 2006 y 2015 (tomando el actual aumento de 8.5%), la pérdida acumulada del valor adquisitivo del mismo fue de 25%.
El hecho estriba, según expertos, en que la inflación real que ha tenido el país en este mismo periodo fue del 112,79%, mostrando cifras superiores al incremento salarial acumulado de 87,56%. Según los datos oficiales del gobierno, la inflación total entre 2006 y 2015 es de 57,91%.
"Si tomamos en cuenta la inflación real que ha tenido Bolivia, esto solamente es una reposición salarial porque no hay que olvidarse que en el año 2008 el Gobierno realizó el cambio de ponderador de inflación para mostrar una menor inflación a las personas y trabajadores", puntualiza el economista Carlos Schlink.
Por su parte, Oscar Tapia, Secretario de Hacienda de la Central Obrera Boliviana, señaló que todos los años la inflación fue superior al incremento salarial. "Siempre dijimos que tal incremento no hay, solo se trata de reponer la pérdida del poder adquisitivo del salario", señala.
En el análisis de fondo. Germán Molina, economista de la Fundación Milenio, declaró que dicha reposición salarial solo beneficia al sector formal en apenas un 20 y 40% de la actividad. "Pero el resto del 60 y 80% de la población informal, prácticamente no cuenta con esa reposición", puntualiza.
Además señaló que el gran problema latente en el país, es que no todas las empresas han crecido en el mismo ritmo y menos han logrado obtener utilidades."A nivel de cada unidad productiva o sector productivo, varían los términos de crecimiento como la construcción, la banca entre otros.
En cambio, el sector manufacturero y no tradicional no son todavía competitivos. Por tanto, siguen siendo débiles. En ese contexto es difícil hacer incremento salarial", menciona.
Schlink observó que el Gobierno al utilizar como único parámetro el nivel de inflación, deja de lado cualquier estudio técnico, económico, financiero para poder determinar el aumento salarial."Cada año un empleado formal es más caro. Una empresa no solamente tiene que pensar en el costo del incremento salarial de ese mes, sino de todo el año, retroactivo desde el 1ro de enero, el segundo aguinaldo, bono de antigüedad, incremento de los aportes patronales. Todos esos aspectos le significan un mayor costo a las empresas privadas", finaliza.
Problemática
El problema se reduce a un sector minoritario de la economía
Sector público. Según Schlink para el sector público es mucho más viable poder cumplir con los incrementos salariales porque ya son programados dentro de cada presupuesto general del estado para cada gestión. Es decir, desde 6 meses antes que lleguen a determinar el porcentaje.
Sector privado. Se deducen tres aspectos: primero que el sector formal de la economía (30%), sobre todo la empresa privada, sigue cargando responsabilidades del incremento. El segundo tiene que ver con que el 85% de las empresas son pequeñas y tercero con que no todos los sectores han crecido por igual.
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