En esta ocasión, estimados lectores, explicaremos un concepto mundial y muy sencillo pero que cada vez está tomando más impulso en los profesionales y consultores independientes, emprendedores y pequeñas empresas del siglo XXI, que es el coworking o "trabajo cooperativo”.
Este nuevo estilo de trabajo, que incrementa día a día entre los profesionales, es un nuevo modelo de negocios que permite compartir un mismo espacio de trabajo, tanto físico como virtual, para desarrollar proyectos independientes, pero con el apoyo de expertos en diferentes campos de acción, y con la posibilidad fomentar emprendimientos conjuntos.
En su gran mayoría, los coworkers son profesionales calificados que no necesitan más que una computadora portátil, un teléfono inteligente, un espacio físico tranquilo, quizás salas de reuniones y una buena conexión a internet para realizar eficientemente sus proyectos.
Esta forma de trabajar implica compartir costos fijos conjuntos y romper con el aislamiento, pero también trata de pertenecer a una comunidad de individuos que están dispuestos a intercambiar ideas, brindar su conocimiento, pero sobre todo a colaborar.
Este concepto nació en Estados Unidos a inicios de este siglo gracias a las turbulencias en la economía y las finanzas, que obligaron a las grandes empresas a despedir a ingentes cantidades de empleados, la mayoría profesionales muy bien calificados en al área tecnológica y desarrollo de software, a costa de poder mantener la empresa sostenible en el tiempo. De esta manera, en 2005 un emprendedor llamado Brad Neuberg abrió el primer espacio de coworking Spiral Muse, una cooperativa feminista en San Francisco, instaurando un lugar físico dirigido a la interacción de emprendedores, generando sinergias colaborativas.
Esta idea, loca para muchos, tuvo un crecimiento lento al principio pero fue ganando espacio como un lugar para intercambiar ideas, trabajarlas en equipos y lanzarlas al mercado. Neuberg se basó en la lógica que los seres humanos somos por naturaleza sociales, por lo que en el siglo XXI la economía se está volviendo cada vez más social, con más redes sociales y con más interacciones entre las personas. Gracias a la evolución del internet, los trabajos mejor remunerados son más intelectuales que físicos y hoy en día una sola persona es capaz de efectuar el trabajo que antes realizaba una empresa.
Ventajas del coworking
Una de las principales ventajas es la flexibilización del uso de instalaciones. Los espacios de coworking ofrecen varios planes en función de las horas que necesites y, además, no suelen requerir contratos largos (en la mayoría, puedes estar un solo mes si quieres).
Trabajas como si fuera en un espacio propio, con diseño de interiores profesional que motivan, que te hace ser más productivo. Disponen de salas de reuniones para recibir a los clientes y realizar presentaciones. Tienes pocas interferencias si se lo solicita, logrando una rutina de trabajo bien definida con tiempos y logros. Generas redes de contacto de manera natural. Aumentas tus redes de contactos sin esfuerzo, tan sólo hablando con los otros coworkers durante la comida, los cafés o en cualquier evento.
Desventajas del coworking
Si estás acostumbrado a trabajar en absoluto silencio, estos espacios te pueden parecer muy bulliciosos. En todo caso, no más que en una oficina, donde también hay otras personas trabajando contigo. Un buen truco: audífonos conectados a tu teléfono y tocando Love in Space, de Debra Premal. La música te ayudará a concentrarte mejor y los audífonos en tus oídos evitará que los demás se lancen a charlar contigo.
¿Silencio de iglesia? Si en tu espacio de coworking trabajan tan callados como en una biblioteca, te puede resultar incómodo quebrar el silencio para hacer llamadas. Por ello, otra vez los benditos audífonos son la solución mandada por Dios para nuestro problema.
Si amas trabajar sin compañía alguna y eres un apasionado de estar sentado en tu escritorio por horas sin levantarte ni siquiera para cumplir con las obligaciones básicas de tu organismo, puede que esto no sea lo tuyo. En este tipo de espacios de trabajo existe una gran interacción entre los miembros de la comunidad, tratando de salvar dudas, buscando soluciones y preguntando por otros profesionales o empresarios que tú puedas conocer e introducir.
Casi no hay secretos. En espacios como éstos pierdes mucha privacidad en tus llamadas telefónicas. Aunque los demás coworkers estén involucrados y concentrados en sus proyectos, claro que pueden oírte. Si tienes que mantener una conversación que exija discreción, puedes realizar la llamada fuera de la zona común en una sala de reuniones que no esté ocupada.
¿Es posible el coworking en Bolivia?
Aún en nuestra querida Bolivia podemos observar que hay gran cantidad de trabajo, pero cada vez hay menos empresas grandes generadoras de cantidades interesantes de empleo. En esa dirección, en el siglo XXI muchos profesionales bolivianos debemos reinventarnos para seguir ofreciendo valor agregado a un mercado laboral cada vez más agresivo y despiadado; donde pareciera que, sin importar la edad de las personas, nunca se cuenta con la combinación deseada entre cantidad de títulos académicos y años de experiencia laboral.
Bajo esta realidad actual, la buena noticia es que el profesional actualizado puede sobrevivir en la selva desconocida de la independencia, utilizando inteligentemente centros de coworking, siendo emprendedores o consultores colaborativos y de trabajo en equipo. Empero, para ello se requiere un cambio profundo de mentalidad, de asalariado a empresario, que será más difícil de asumir cuanto más "maduros” estemos.
Finalmente, queridos lectores, si bien en el mundo ya existen millares de centros de coworking trabajando exitosamente, hoy en día en nuestro país hay pocas experiencias en el ámbito, de los cuales una deseo es el de COWORK – Café, ubicado en la zona de San Miguel de la ciudad de La Paz, que después de pocos meses de haber entrado en el mercado, ha comenzado a mostrar altos estándares de servicios a los profesionales independientes y consultores que asisten al espacio (y que estamos seguros que se irán incrementando en el tiempo).
Esperamos que esta iniciativa impulsada por dinámicos emprendedores nacionales sea la primera pero no la única, de varias similares que son muy necesarias para el desarrollo empresarial en nuestro país.
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