Las entrevistas de trabajo, al igual que en muchas otras situaciones de la vida, son momentos en los que priman tanto la comunicación verbal como no verbal, por lo que es conveniente seguir algunas recomendaciones para salir airosos de una entrevista y evitar ciertos gestos para poder ser los elegidos.
Muchos de los consejos parecerán obvios, pero aun sabiéndolos, no siempre se ejecutan y es muy importante tenerlos presentes.
BUSCAR INFORMACIÓN
Lo primero que se debe hacer siempre es informarse profundamente acerca de la empresa en cuestión. Es importante conocer bien sus puntos fuertes y débiles, sus planes futuros y estar al tanto de las novedades que puedan ocurrir. Esto ayudará a aumentar la sensación de comodidad y seguridad frente al examinador.
Se sabe que una primera buena impresión, aunque no definitiva, es por lo menos fundamental. Por ello, se recomienda ir bien aseado, con la ropa planchada y arreglada, bien peinado, además de acorde con la situación. Los hombres con camisa y las mujeres, en caso de llevar falda, no por encima de las rodillas o con camisas demasiado escotadas. Está comprobado además que influye en gran medida llevar las manos arregladas y los zapatos limpios. Y cualquier tattoo o piercing deberá quedar necesariamente fuera de la vista.
Una vez comience la entrevista, jamás hay que sentarse o dar la mano primero al saludar antes de que lo ofrezca el examinador. No se debe comenzar la conversación, y tampoco tratar de evitar los silencios, pues mostrarán el nerviosismo de la persona. Llevar la contraria al interlocutor es además impensable.
Es bueno también que se eviten usar los adverbios de frecuencias absolutas “siempre” y “nunca”. Está demostrado que los trabajadores de baja eficiencia los utilizan en un 100 por ciento más que los de alta eficiencia.
LENGUAJE POSITIVO
Como es evidente, tampoco se ha de entrar comiendo chicle o con el móvil, y en su defecto, se recomienda siempre mantenerlo apagado.
Es bueno emplear un lenguaje positivo, mostrándose interesado e innovador, además de agradable. Jamás se puede hablar mal sobre la anterior empresa o jefe, pues dice mucho de la persona a la que se está entrevistando, y seguramente pregunten la causa por la que dejó el antiguo puesto.
Siempre que se plantee, hacer preguntas indicará que el candidato está realmente interesado en el trabajo.
Por último, si piensas que te va a ayudar a sentirte más seguro, visita la empresa con tiempo días antes de la entrevista para evitar llegar tarde. Pero sobre todo, muéstrate flexible y ante todo, natural.
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