01 abril 2014

Desempleo, qué hacer para no angustiarse

Andrea salió profesional hace casi un año, acababa de aprobar un examen de grado al que muchos le temían y estaba nuevamente ansiosa por saber cómo le iba a ir en la búsqueda laboral. Optó por una carrera poco común en el medio, pero con un gran futuro, al menos eso decía en el boletín de la universidad cuando empezó a estudiar Relaciones Internacionales.
Buscó con amigos, postuló y envió currículos a diestra y siniestra, estuvo atenta a los anuncios clasificados del periódico, pero nada ocurrió.

Cuando pasaron los meses empezó a ceder a sus demandas, ya no era necesario conseguir un puesto de trabajo acorde a su formación, ahora está dispuesta a laborar en lo que sea.
Por si fuera poco, las miradas, comentarios e incluso alusiones directas le están complicando la vida. En todo acontecimiento familiar le preguntan si ya consiguió trabajo o si está buscando con empeño, al punto de que ella misma está dudando de su capacidad y se ha ‘bajoneado’.

¿Qué hacer en esta situación cuando hay tanta presión y tarda en concretarse un empleo?

El desempleo afecta la siquis
Obtener un empleo es una expectativa social y cultural. El sicólogo Raschid Guardia afirma que el trabajo y, por ende, el ser útil, es uno de los máximos valores del sistema en el que vivimos, por lo tanto el desempleo genera sensación de fracaso.
Al respecto, la experta en este tema, Paula Benedict, hace distinciones, según se trata de alguien que busca su primer trabajo o alguien a quien le está costando engranar de nuevo en el aparato productivo.

“Si la situación de desempleo se relaciona con la búsqueda del primer trabajo es más bien un desafío el proponerse salir del estado de desempleo y se convierte en una motivación para lograr metas. Si es un desempleo momentáneo porque se está cambiando de trabajo o porque ha finalizado un contrato pueden presentarse estados de ansiedad propios de la espera y de la confrontación con situaciones nuevas. Por último, si el desempleo obedece a la ausencia de oportunidades o a un mercado saturado por la sobreoferta de trabajadores, acarreará incertidumbre, ansiedad, desmotivación y a veces sensaciones de inseguridad y de falta de confianza en sí mismo”.

El rol de la familia
Para Guardia, la familia es muchas veces la que presiona y esto puede llevar a una mayor tensión. “Lo mejor es que la familia se reúna y se organice para ver la forma de apoyar a la persona, darle aliento y explicar que nadie nace en un trabajo y que simplemente este es un eslabón más en la vida”.

En este mismo sentido, Benedict le otorga a los seres queridos un rol importante, el de convertirse en el soporte que mitigue las ansiedades que una situación de desempleo produce. “El apoyo moral, la comprensión e incluso la ayuda activa moviendo contactos u amistades que podrían brindar oportunidades de empleo serán de alto valor para pasar la situación crítica”.

Como sicóloga atribuye en muchos casos a la familia la responsabilidad de empeorar las cosas cuando recurre a reclamos y desvalorización de la persona desempleada a la que le despiertan sentimientos de culpa por el desempleo. “La familia, padres, hijos, hermanos y esposos deben comprender que la reinserción laboral o la búsqueda de un nuevo empleo toma tiempo, pues el mercado laboral no siempre brinda las oportunidades prontamente y, en otros casos, los cargos deseados no siempre ofrecen vacantes convenientes”.

Estrategia para el desempleado
Lo primero es ordenar ideas, ese es el consejo de Guardia para diseñar un plan de acción para buscar trabajo. “Hay que adecuar el currículo vitae según el puesto que se busca o según la necesidad de la empresa, hay que ordenar la información con énfasis en lo que la empresa dice que está buscando. Gran parte de los fracasos se debe a que los currículos van de manera muy genérica y no dirigidos al puesto ofertado”.

Antes que nada Benedict hace recuerdo: “Lo más importante es que la persona desempleada sea consciente de que la tarea de buscar trabajo es un trabajo en sí mismo. Por tanto, debe hacer permanente búsqueda usando los medios convencionales que oferta la prensa local, así como explorando las nuevas alternativas de contactos laborales a través de los medios sociales en Internet (recurrir a las páginas especializadas en ofertas laborales y prestadoras de servicios de búsqueda y contratación de personal)”.

También remarca que muchas empresas poseen políticas de reclutamiento que están a la vista en sus sitios web oficiales.

Benedict incluso advierte que la demora para encontrar un buen trabajo acorde a la experiencia y a las pretensiones puede oscilar entre tres meses a un año. “Si el desempleado se ocupa lo suficiente en esta búsqueda se sentirá útil y activo. Paralelamente puede desempeñar algunas actividades que normalmente no realizaba por falta de tiempo; puede, por ejemplo, ponerse al servicio de alguna obra altruista de ayuda a la comunidad para tener sentido de utilidad y de aporte.

Mirar el futuro con una actitud positiva

“Si es joven y encara la primera búsqueda de empleo hay que poner toda la energía y motivación para vencer los obstáculos, al mismo tiempo hay que ser realista y saber que se debe comenzar en puestos y con salarios básicos para luego trabajar por el ascenso, el prestigio y la mejora salarial”, es lo primero que recomienda Benedict y agrega que la estabilidad laboral es fruto de un proceso: “No existe nada automático, incluso si se tratara de iniciar el trabajo en un negocio familiar”.

Agrega que una exitosa historia laboral es fruto de una práctica consistente de un trabajo tesonero y responsable, así como la permanente capacitación. “El futuro laboral se forja con entusiasmo, responsabilidad y esfuerzo, cualidades que no siempre se poseen como trabajador. Hay que reconocer que a veces existe cierto descuido en el desarrollo de fortalezas laborales”.

Para Guardia hay que mentalizarse en que uno no nació en el anterior trabajo y que en la vida nada es para siempre. Ante un escenario difícil no hay que desfallecer y se debe seguir intentando una y otra vez.

El joven tarde o temprano encontrará trabajo y el adulto tiene que integrarse a las nuevas necesidades del mercado, usar su experiencia y debe ser capaz de reinventarse.

El secreto del éxito
Después de escuchar a los expertos el secreto del éxito es simple: mantenerse activo de manera permanente y saber que de mil intentos uno puede ser positivo.
La estrategia a seguir es buscar contactos y enfocarse en el tipo de empresa en la que se quiere trabajar, así lo desveló Juan José Jáuregui, experto en recursos humanos.

“De ahí para adelante hay que esforzarse por propiciar un encuentro o entrevista de trabajo para que el encargado de recursos humanos pueda percibir todo aquello que no está plasmado en la hoja de vida, como la actitud proactiva ante los desafíos, la capacidad de trabajar en equipo y de manejar conflictos”.



La clave aquí es no rendirse jamás :

Cinco pautas para un desempleado a punto de dejar de serlo

Tener paciencia. Lo primero es ser consciente de que un nuevo trabajo acorde a sus expectativas puede demorar en aparecer, por tanto se debe buscar y ofrecerse de forma consistente y sin desanimarse por lo menos por un año.

No hay lugar para el desánimo. Ser muy activo y usar todos los medios de búsqueda sin desanimarse ni frustrarse por la espera.

Aprovechar el tiempo en lo que tenía postergado. Ocupar su tiempo para enriquecer las relaciones familiares y para desarrollar actividades creativas para sí mismo, la familia o la comunidad mientras se espera la reinserción.

Buscar cursos y actualizaciones. Muchas veces la gente se queja porque no tiene tiempo para hacer un curso o una especialidad, esta puede ser una oportunidad para engrosar su hoja de vida y permanecer actualizado.

Buena actitud. Las organizaciones prefieren gente con disponibilidad y buena actitud, más que aptitudes, porque se puede aprender una tarea, pero es difícil modificar la personalidad

La mejor estrategia
Juan José Jáuregui /Director de Human Value

“Lo primero es no dejarse vencer por la situación y no permitir que el desánimo o los posibles fracasos anteriores te hagan desistir.

Lo segundo es cambiar de estrategia; la idea de elaborar un curriculum genérico y sacarle fotocopias para mandar a todo aviso en prensa no es la mejor. Se debe elaborar la hoja de vida de manera específica para el puesto al que se está apuntando, pues está comprobado, que las mejores estrategias para encontrar empleo son: recurrir a las recomendaciones y a las consultoras.

Sobre el primer punto hay que echar a andar las redes de contactos familiares y las amistades y, sobre el segundo punto, se tiene que utilizar a las agencias de empleo y a las empresas de selección de personal.

Para ello, hay que elegir dónde se quiere trabajar e indagar más de esa empresa. Luego hay que buscar alguna persona que pueda ponernos en contacto con la gente que te pueda recomendar con ‘nombre y apellido’ y, por último, lograr una entrevista personal.

Lo importante es que nos lleguen a conocer de forma personal para que tengan una imagen mental nuestra; de esta manera puedes diferenciarte del resto de candidatos.

No solo la experiencia profesional y la formación son los criterios importantes a la hora de contratar, también lo son las actitudes; como predisposición a los desafíos y al cambio, proactividad, capacidad para manejar conflictos, compromiso, trabajo en equipo, energía y pasión. Estas son competencias valorables al momento de seleccionar”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario