21 abril 2014

DURA REALIDAD, EL TRABAJO INFANTIL DOMÉSTICO

Los menores cumplen largas jornadas de trabajo en diferentes oficios y están expuestos al riesgo.

La violación a los derechos de los niños menores de 14 años en el "trabajo infantil doméstico en hogares de terceros" es mucho mayor que en el grupo etáreo de 14 a 17 años, sostiene el "Estudio sobre trabajo doméstico infantil y adolescentes en hogares de terceros en Bolivia" realizado por el Instituto de Investigación e Interacción Educativa de la carrera de Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

El trabajo desarrollado a través de encuestas en La Paz, El Alto, Cochabamba, Santa Cruz y Sucre da cuenta de la sobreexplotación de la que son víctimas los niños menores de 14 años que están por debajo de la edad de admisión al empleo.

"El trabajo infantil en el trabajo doméstico en hogares de terceros, como materia central estudiada, denota situaciones inadmisibles debido a la edad en la que se inicia o a las circunstancias en las que se desarrolla, definidas por el Convenio 138 de la edad mínima de admisión al empleo y Convenio 182 de las peores formas de trabajo infantil, de los cuales Bolivia es país signatario", señala una de las conclusiones del trabajo investigativo.

La ocupación de las niñas y adolescentes trabajadoras en hogares de terceros, está enmarcado en una forma de sobreexplotación laboral, ya que, si bien en La Paz el 75,7%, en Sucre el 56,4%, en El Alto el 63,0% y en Cochabamba el 66,9% indican que cobran sus sueldos al cumplir el mes, el 90% de las encuestadas dice percibir un sueldo menor al mínimo nacional además de recibir pagos en especie (vestimenta, material escolar y otros). Otro aspecto que llama la atención y expresa la falta de información sobre derechos laborales, es la aceptación del salario que ganan.

En el documento se manifiesta que la situación del ingreso en el mercado informal laboral a muy temprana edad repercute particularmente en el desarrollo físico, salud mental, construcción de la personalidad, habilidades sociales y valores, entre otros.

Aislados y en peligro latente. Esta situación es un hecho que impacta la vida y desarrollo personal, social y laboral, porque el trabajo en hogares de terceros produce, por lo general, aislamiento, falta de información, quebrantamiento de las relaciones familiares, relaciones con sus pares particularmente en niñas y adolescentes que no han concluido el proceso de formación integral.

La mayoría de la población investigada son mujeres (67%), existiendo una fuerte concentración de varones que trabajan en hogares de terceros en Sucre (40%).

Las niñas, niños y adolescentes (NNA) involucrados en el trabajo doméstico infantil en hogares de terceros encuestados, oscilan entre los 7 y los 17 años.

En los municipios estudiados una mayor concentración de NNA, reportan haberse iniciado entre los 10 y 15 años (80%).

El dato más relevante es que alrededor del 64% de las encuestadas se inició en el trabajo doméstico en hogares de terceros antes de los14 años, lo que constituye un mayor riesgo en la vulneración de sus derechos y la explotación laboral. Sin duda, la edad, se convierte en un aspecto que realza los factores agresivos de las condicionantes laborales, y en ese sentido en una peor forma de trabajo, como lo establece la normativa internacional. "El maltrato, el incumplimiento de lo pactado en el contrato, la sobrecarga de tareas suelen ser una práctica correlato de edades tempranas precisamente, porque bordea la línea de lo peligroso y lo forzoso", señala el documento.

3.37 millones de niños, niñas y adolescentes se encuentran en situación de trabajo en Bolivia, señala la ETI.

El trabajo infantil doméstico, considerado como no productivo. El trabajo doméstico ha sido atribuido a las mujeres y ha sido adjetivado como no productivo, como fácil de realizar, como carente de trabajo intelectual y creativo y, sobre todo, como carente de valor frente al trabajo proveedor masculino. Desvalorización que se asienta en la división del trabajo en productivo y reproductivo, en trabajo asalariado y no asalariado. Por esa carga social, realizar trabajo doméstico supone una ubicación menor y supone una socialización de las niñas, adolescentes y mujeres en la sub alternidad; y es de vital importancia porque es en el trabajo donde se construyen identidades y representaciones sobre una o uno mismo.




1 comentario:

  1. Y que de los niños que acompañan a sus madres al trabajo, realmente sufren un encierro estresante, muchas veces sentados en un rincon de la calle por mas de 10 horas, o en una casetilla hermetica.. siendo aun bebes, estan comninados a largas jornadas de trabajo, agobiante, cansador y aburridor.. a vista de una sociedad enferma de egoismo, e indiferencia maliciosa

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